Lin Li y Li Juan, ambos menores de 21 años se dieron cuenta que vender hijos les traia beneficios para continuar con su adicción a los juegos online. Todo comenzó en 2007 cuando se conocieron en un ciber café. La obsesión por los juegos en linea impulsó su relación amorosa. Al año tuvieron a su primer hijo, que a los pocos días de salir del hospital, dejaron al bebe en casa y se fueron a jugar a un ciber a 30 km de su casa.
En 2009 tuvieron una niña, que vendieron para financiar su vicio. Recibieron 300 yuanes (500 dólares) por ella, y los gastaron en pocos días. Cuando el dinero se acabó entregaron al primer hijo, pidieron diez veces: 30.000 yuanes (4.600 dólares). Se dieron cuenta que tener hijos y venderlos era redituable, así que tuvieron un tercero por 30.000 yuanes. Pero finalmente la madre decidió entregarse a las autoridades. Ahora, los espera la justicia.
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