
Dado que no se trata de sellar o cortar los conductos, el tratamiento es reversible ya que con unas cuantas inyecciones posteriores, el polímero se disuelve y elimina.
No tiene efectos negativos y su efectividad dura 10 años, y lo único malo es que hay que aguantar algunos pinchazos en el escroto.
En la India ya están el la fase III de pruebas y están a punto de conseguir las licencias para lanzarlo. Lo que es una pena es que nadie quiera invertir en el proyecto dado que unos pinchazos cada 10 años dejan menos dinero que los anticonceptivos mensuales femeninos.
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